¡La tecnología digital está solucionando todos nuestros problemas! Hacemos las ventas en línea, la educación, las reuniones de trabajo, los cultos, los estudios bíblicos, los conciertos y ¡hasta las fiestas! Pero, un momento, parece que hay cosas que no estamos haciendo en línea. Todavía se tratan a los enfermos de COVID-19 en forma personal directa; se cultivan las verduras en forma personal; aunque se hacen los pedidos en línea, los productos se entregan personalmente en las casas. Quizá algún día nos llegarán por drones, pero eso todavía no pasa entre nosotros.
Cuando escuchamos la palabra tecnología en estos tiempos, automáticamente, vamos al mundo digital, al internet, a los dispositivos como tablets, teléfonos inteligentes, computadoras, redes sociales y otros asuntos relacionados. Sin embargo, déjenme decirles que la tecnología es mucho más que eso y que ha estado con la humanidad desde siempre. Igual que pasa con otras cosas, las crisis también estimulan la creatividad en la tecnología. ¿Cómo se ha desarrollado la tecnología a través de los siglos? ¿Hay referencias bíblicas que pueden ser de utilidad? ¿El futuro después de la pandemia será digital?
Un poco de historia
La tecnología ha acompañado al ser humano desde el inicio. Desde los rudimentarios instrumentos para hacer fuego, para cazar, para la agricultura y para cocinar, pasando por la invención de la rueda, los seres humanos se las han ingeniado para facilitarse la vida por medio de la tecnología rudimentaria o sofisticada. La tecnología no ha parado de evolucionar y no parará. Se puede ubicar en la historia varios inventos revolucionarios que cambiaron la vida de las personas y de las sociedades. Uno de los más primitivos y revolucionarios fue la invención de la rueda en tiempos primitivos. El mundo militar ha dado algunos de los inventos más interesantes y destructivos como son las armas, pero cuando en la Edad Media se inventó el arma de fuego (a base de pólvora) todo cambió. Al final de la Edad Media llegó uno de los inventos más revolucionarios de todos: la imprenta en el siglo XV. Imagínense los grandes cambios a partir de este invento. La misma reforma protestante, que surgió unas décadas después, debe su éxito a la imprenta. Hay quienes comparan la invención de la imprenta con en el internet o la computadora personal o el teléfono celular.
Otros inventos revolucionarios aparecieron en plena modernidad con el auge de las ciencias. La ciencia y la tecnología se relacionan más estrechamente en la modernidad y la una produce la otra de manera casi natural. Uno de los inventos más revolucionarios de esta época fue la máquina de vapor que primero se usó en los barcos y transformó la navegación y luego se usó en el ferrocarril y después en los automóviles que ya era un motor de combustión interna que no necesitaba ser alimentado desde afuera por carbón. Imagínense estar viviendo en esa época. Seguramente habríamos dicho que la tecnología solucionaría todos nuestros problemas, y ¡parecía que lo estaba haciendo! El siglo XX tiene luces y sombras. Por un lado se inventaron grandes cosas en beneficio de la humanidad, pero por el otro lado, se inventaron armas de destrucción masiva que acabó con el optimismo y la confianza en la tecnología. Sin embargo, después de un breve letargo, la ciencia y la tecnología volvieron con más ímpetu que nunca. Y aquí estamos en pleno siglo XXI, con una tecnología que no parece tener límites. ¿Han cambiado nuestras sociedades a partir de la tecnología digital? ¡Claro que sí! ¿Son todos buenos cambios? ¡Claro que no! ¿Qué hacemos?
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