Podemos trabajar intencionalmente para construir familias saludables, fundadas en La Roca, es decir, en Jesucristo.
Jesús nos invita a llevar su liviana carga en lugar de sobrecargar a las personas cansadas con conceptos sin consuelo y empatía.
Examinar el ministerio de Jesús provee una brújula firme en un mundo de saturación mediática y subjetividad.
La victoria de Cristo en el Getsemaní y en la cruz muestran en la resurrección el realce total y el poder victorioso sobre los poderes de este mundo.
Cristo se ha acercado a nuestra soledad entregando su vida. Y solo basta nuestra fe para recibir su compañía.
Jesús hace uso de las Escrituras del Antiguo Testamento como fundamento de su obra y enseñanza.
Hay otras formas de revoluciones en el mundo que deben ser descubiertas por la misma visión del evangelio.
La iglesia debe recordar que el Reino de Dios no vendrá por espada o por legislación, sino por el mensaje revolucionario y transformador del que murió en la cruz.
El amor fraternal y generoso entre las personas es una característica del reino de Dios y parte del cuidado y la provisión de Dios para con sus hijos.
Jesús enseña a sus discípulos a ver el mundo como una gran oportunidad y, allí donde haya una oportunidad, hay esperanza.
No basta con tener buenas intenciones para predicar la Biblia, se necesitan hombres y mujeres preparados para su sana interpretación.
Un cristiano no se deja llevar por ideologías, se deja llevar por los principios y los valores que La Palabra De Dios nos enseña. Si una ideología va en contra de lo que Dios piensa, entonces va en contra de lo que yo pienso.
… que puedan secar sus lágrimas de dolor no solo con oraciones, sino con acciones concretas que les permitan a esos infantes sentir el abrazo tierno de quien dijera: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos…»
Los jóvenes necesitan saber las razones doctrinales y empíricas respecto a sus dudas.